Brujas

Brujas, llamado así porque su nombre proviene de la palabra Brug que significa "puente", debido a que en esta ciudad existen muchos puentes. También conocida como la Venecia del norte, porque la ciudad repleta de gran canales que atraviesan la ciudad.

Uno de los mayores atractivos y por lo que más llama la atención a los turistas es su centro histórico, nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000. Mantiene intactas las estructuras arquitectas mediovales.

Brujas es una de las ciudades mediovales mejor conservadas de la Unión Europea de ahí que sea el destino más popular de Bélgica siendo la época estival cuando más visitas acoge. Pero éste no es su único atractivo, ya que sus museos albergan algunas de las mejores obras del arte flamenco y la belleza arquitectónica de toda la ciudad en general impresiona al turista más exigente.

El aire romántico de Brujas es complementado con la belleza de sus parques y plazas arboladas que hacen de esta ciudad un hermoso paseo sin importar la época del año en que se visite. Perderse por las angostas peatonales adoquinadas de su casco antiguo es el deleite de los turistas que llegan para ser testigos del buen gusto en el arte y la arquitectura del lugar. Pueden apreciarse vestigios de la arquitectura gótica en imponentes torres que resaltan, elevadas en el paisaje. Además, los habitantes de esta ciudad son cordiales y se caracterizan por su amabilidad para indicar orgullosos a los turistas el camino hacia todas las bellezas por descubrir en la ciudad

Uno de los principales atractivos de la ciudad y punto de partida de todos los itinerarios es la Plaza del Mercado, histórico centro neurálgico del comercio de Brujas. Alberga una impresionante fuente en su centro y se encuentra rodeada de impresionantes piezas arquitectónicas hechas de piedra y de un singular campanario. Además, no deben dejar de visitarse el Museo Groeninge y la iglesia de Nuestra Señora.